El R22, que alguna vez fue el refrigerante más común en las unidades de aire acondicionado domésticas, se está eliminando gradualmente debido a sus efectos nocivos sobre la capa de ozono y su alto potencial de calentamiento global (GWP). Para 2030, toda la producción y el consumo de HCFC estarán prohibidos en muchos países en virtud del Protocolo de Montreal. Entonces, ¿qué sigue?